Movimiento y cuestiones básicas
Antes de ahondar en mecánicas y elementos específicos, vamos a empezar por cómo se debería jugar Hades para tener resultados felices. La primera clave es nunca estar quieto y utilizar el dash lo más posible. Esto hace que no solo seamos más difíciles de alcanzar para nuestros enemigos sino que además el dash tiene frames de invulnerabilidad: una fracción de segundo durante la animación del dash en el que somos inmune a absolutamente todo.

Lo segundo destacable es no zambullirnos de cabeza ante la horda de enemigos, más allá de que el dinamismo del gameplay y los diferentes boons nos arrastren hacia ese estilo de juego. Una partida más medida y manteniendo siempre la distancia van a alargar nuestra vida en los desafíos comunes, aumentando así las chances de superar a los diferentes jefes llegado el momento.

A excepción de los guantes, todas las armas tienen buenas alternativas a mediana y larga distancia, eso sumado al cast (otra herramienta vital del juego) debería ser más que suficiente para no tener que acercarnos más de lo necesario a nuestros enemigos. Los martillos de Daedalus tienen muchas alternativas para modificar el funcionamiento de las armas, muchos de ellos agregando rango extra de algún tipo.