• 250 gramos de fideos (pueden ser de tu elección: spaghetti, linguine, fettuccine, etc.)
  
• 200 ml de crema de leche (puede ser ligera o entera, según prefieras)
  
• 1 cebolla pequeña, picada finamente
  
• 2 dientes de ajo, picados finamente
  
• 50 gramos de mantequilla
  
• 100 gramos de queso parmesano rallado (opcional)
  
• Sal y pimienta al gusto
  
• Perejil fresco picado (opcional, para decorar)

En una olla grande con agua hirviendo con sal, cocina los fideos según las instrucciones del paquete hasta que estén al dente.
Una vez cocidos, escúrrelos y reserva un poco del agua de cocción (aproximadamente 1/2 taza).

Mientras se cocinan los fideos, en una sartén grande, derrite la mantequilla a fuego medio.
Añade la cebolla picada y sofríe durante 3-4 minutos, hasta que esté transparente.
Agrega el ajo picado y cocina por un minuto más, cuidando que no se queme.

Vierte la crema de leche en la sartén con la cebolla y el ajo. Revuelve bien y deja cocinar a fuego lento durante unos 5 minutos, hasta que la crema comience a espesarse.
Si la salsa está muy espesa, añade un poco del agua de cocción de los fideos para aligerarla.

Agrega los fideos cocidos a la sartén con la salsa de crema. Mezcla bien para que los fideos se impregnen de la salsa.
Incorpora el queso parmesano rallado, si lo estás usando, y revuelve nuevamente.

Añade sal y pimienta al gusto. Si lo deseas, decora con perejil fresco picado antes de servir.

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Puedes añadir champiñones salteados, espinacas o trozos de pollo cocido para hacer la receta más sustanciosa.
Si prefieres una salsa más ligera, puedes sustituir parte de la crema de leche por caldo de pollo o vegetal.