Este juego se debe de jugar con el mod “The Grey Wolves” (No hay “workshop”, así que tendrás que googlearlo) para que siga valiendo la pena después de tantos años.

¿Qué tan buena es la simulación? Lo explicaré de esta forma:

Ya era de noche y estaba a punto de dormirme porque había escuchado ya demasiadas veces “Lili Marlen” y simplemente no había pasado nada en toda la maldita ruta de patrulla. A la mañana siguiente se darían las 48 horas requeridas y tendría que hacer el largo y tortuoso viaje a Kiel y su desesperante canal.

Dos meses desde que inició la guerra y lo único que hemos hundido fue un carguero ligero británico. Así nunca juntaré los puntos para que se me transfiera a uno de esos submarinos modernos tipo VII con más de 3 malditos torpedos, a diferencia de esta reliquia de entrenamiento tipo II

De repente llegó el grito “Barco a la vista, 76 grados a estribor, a lo lejos y alejándose”. De inmediato me encaminé al puente de observación, donde había dejado al sub-oficial y a dos marineros La noche era tranquila, clara y sin tormenta. Use los catalejos.

Nada…

Miré las coordinadas de nuevo, 76 grados a estribor… preferí ahora usar los catalejos graduados y mirar de nuevo… nada… ♥♥♥♥ el máximo aumento, estaba a punto de dejarlo pensando que había sido un error de marinos sin experiencia cuando me pareció ver un reflejo, una luz.

Barco sin duda.

Los chicos andaban cansados así que los mande de inmediato a dormir y me quedé solo con el sub-oficial con entrenamiento de avistamiento. De inmediato ♥♥♥♥ rumbo a velocidad crucero en dirección del barco, aún lejos. Un par de horas más tarde ya era innegable no solo su silueta, sino las luces que salían de las claraboyas a los costados.

Al ser la noche despejada, es muy fácil que te vean si te acercas por superficie, y si bien no pueden disparar de vuelta, si pueden iniciar movimientos en zig-zag que hacen imposible dar un buen tiro. Y peor, los torpedos dejan una vistosa línea de espuma que puede ser fácilmente vista y el barco puede evadir en el último segundo. Uno tiene que acercarse al máximo y disparar a quemarropa, justo a mitad del barco, y partirlo en dos.

Era un carguero grande, unas 5,000 toneladas tal vez, bastante grande, es difícil fallar esos blancos, pero también es difícil lograr el hundimiento al primer disparo, hay que ser preciso, después del primero las maniobras evasivas son inmediatas o mejor aún, pueden llamar a un destructor cercano y arruinarte el día.

Me sumergí y nos enfilamos a intentar interceptar el barco a 90º a su estribor, logramos acercarnos a menos de un kilómetro y medio y saque el periscopio. Hay que tener cuidado con el periscopio, no es tan visible como el submarino en superficie pero un reflejo y se darán cuenta de tu presencia de todos modos. Esa gente tiene a 10 vigías buscando cualquier cosa irregular y les sería fácil ver tres metros de un tubo de metal brotando del agua.

Saque el cuadernillo de barcos, identifique el blanco, medi el mástil y logré calcular la distancia. ♥♥♥♥ los torpedos a explotar al contacto y el giroscopio en cero. Es posible hacer que el torpedo de una vuelta o una curva una vez disparado, pero hacer que pegue en el blanco es algo de lo que casi nunca he oído y definitivamente yo nunca he podido.

Ya podía ver al barco con claridad, con sus brillantes claraboyas iluminadas, abrí la compuerta e inundé los tubos 1 y 2 dos y me dispuse a disparar cuando pensé en algo… las claraboyas estaban iluminadas… demasiado iluminadas. Ordene cerrar las compuertas de nuevo.

Baje el periscopio y avancé a ⅓ de máquina hasta acercarnos más. Tome los auriculares del hidrófono para asegurarme de la dirección, justo enfrente de nosotros, no más de 500 metros, y volví a sacar el periscopio e inspeccione a la presa de nuevo. Las claraboyas muy iluminadas y otra cosa, dos reflectores enormes que había tomado por ventanas del puente, dos reflectores y clara y visiblemente apuntaban a una bandera con una cruz azul en un fondo rojo… Noruega…

Es diciembre del 39, todavía no hay guerra con Noruega. Dispararle a este barco hubiera sido el fin de mi carrera y tal vez mi vida.

Bajé el periscopio y nos alejamos lentamente usando las baterías hasta el amanecer y enfilar a casa. Ya me toparía de nuevo con ese carguero, pero ese día no… ese día no...

Este juego se debe de jugar con el mod “The Grey Wolves” (No hay “workshop”, así que tendrás que googlearlo) para que siga valiendo la pena después de tantos años. ¿Qué tan buena es la simulación? Lo explicaré de esta forma: Ya era de noche y estaba a punto de dormirme porque había escuchado ya demasiadas veces “Lili Marlen” y simplemente no había pasado nada en toda la maldita ruta de patrulla. A la mañana siguiente se darían las 48 horas requeridas y tendría que hacer el largo y tortuoso viaje a Kiel y su desesperante canal. Dos meses desde que inició la guerra y lo único que hemos hundido fue un carguero ligero británico. Así nunca juntaré los puntos para que se me transfiera a uno de esos submarinos modernos tipo VII con más de 3 malditos torpedos, a diferencia de esta reliquia de entrenamiento tipo II De repente llegó el grito “Barco a la vista, 76 grados a estribor, a lo lejos y alejándose”. De inmediato me encaminé al puente de observación, donde había dejado al sub-oficial y a dos marineros La noche era tranquila, clara y sin tormenta. Use los catalejos. Nada… Miré las coordinadas de nuevo, 76 grados a estribor… preferí ahora usar los catalejos graduados y mirar de nuevo… nada… puse el máximo aumento, estaba a punto de dejarlo pensando que había sido un error de marinos sin experiencia cuando me pareció ver un reflejo, una luz. Barco sin duda. Los chicos andaban cansados así que los mande de inmediato a dormir y me quedé solo con el sub-oficial con entrenamiento de avistamiento. De inmediato puse rumbo a velocidad crucero en dirección del barco, aún lejos. Un par de horas más tarde ya era innegable no solo su silueta, sino las luces que salían de las claraboyas a los costados. Al ser la noche despejada, es muy fácil que te vean si te acercas por superficie, y si bien no pueden disparar de vuelta, si pueden iniciar movimientos en zig-zag que hacen imposible dar un buen tiro. Y peor, los torpedos dejan una vistosa línea de espuma que puede ser fácilmente vista y el barco puede evadir en el último segundo. Uno tiene que acercarse al máximo y disparar a quemarropa, justo a mitad del barco, y partirlo en dos. Era un carguero grande, unas 5,000 toneladas tal vez, bastante grande, es difícil fallar esos blancos, pero también es difícil lograr el hundimiento al primer disparo, hay que ser preciso, después del primero las maniobras evasivas son inmediatas o mejor aún, pueden llamar a un destructor cercano y arruinarte el día. Me sumergí y nos enfilamos a intentar interceptar el barco a 90º a su estribor, logramos acercarnos a menos de un kilómetro y medio y saque el periscopio. Hay que tener cuidado con el periscopio, no es tan visible como el submarino en superficie pero un reflejo y se darán cuenta de tu presencia de todos modos. Esa gente tiene a 10 vigías buscando cualquier cosa irregular y les sería fácil ver tres metros de un tubo de metal brotando del agua. Saque el cuadernillo de barcos, identifique el blanco, medi el mástil y logré calcular la distancia. Puse los torpedos a explotar al contacto y el giroscopio en cero. Es posible hacer que el torpedo de una vuelta o una curva una vez disparado, pero hacer que pegue en el blanco es algo de lo que casi nunca he oído y definitivamente yo nunca he podido. Ya podía ver al barco con claridad, con sus brillantes claraboyas iluminadas, abrí la compuerta e inundé los tubos 1 y 2 dos y me dispuse a disparar cuando pensé en algo… las claraboyas estaban iluminadas… demasiado iluminadas. Ordene cerrar las compuertas de nuevo. Baje el periscopio y avancé a ⅓ de máquina hasta acercarnos más. Tome los auriculares del hidrófono para asegurarme de la dirección, justo enfrente de nosotros, no más de 500 metros, y volví a sacar el periscopio e inspeccione a la presa de nuevo. Las claraboyas muy iluminadas y otra cosa, dos reflectores enormes que había tomado por ventanas del puente, dos reflectores y clara y visiblemente apuntaban a una bandera con una cruz azul en un fondo rojo… Noruega… Es diciembre del 39, todavía no hay guerra con Noruega. Dispararle a este barco hubiera sido el fin de mi carrera y tal vez mi vida. Bajé el periscopio y nos alejamos lentamente usando las baterías hasta el amanecer y enfilar a casa. Ya me toparía de nuevo con ese carguero, pero ese día no… ese día no...