700 gr de alitas de pollo partidas
1 huevo
½ vaso de harina
1 vaso de pan rallado
200 ml de leche
1 cucharadita de cayena molida o chile en polvo (opcional)
1 cucharadita de pimentón (paprika)
1 cucharadita de ajo en polvo
1 cucharadita de cebolla en polvo
Pimienta negra molida
Aceite de freír
Sal

1. Cogemos una fuente y colocamos las alitas que vayamos a hacer, a las cuales habremos retirado todos los restos de plumas.

2. Una vez completamente limpias, las salpimentamos a nuestro gusto por ambos lados.

3. Preparamos ahora el rebozado, para ello ponemos un huevo en un recipiente y lo batimos junto con una pizca de sal, añadimos la leche y removemos bien hasta crear una mezcla color crema homogénea.

4. En otro recipiente añadimos la harina junto con el pan rallado, una cucharadita de pimienta negra recién molida, el pimentón, la cayena molida si te gusta el picante, el ajo en polvo y la cebolla en polvo.

5. Mezclamos con las manos hasta que todos los ingredientes queden perfectamente integrados.

6. Ahora pasamos las alitas por la mezcla de harina y pan rallado, después por el recipiente del huevo batido y de nuevo por la harina hasta que queden bien impregnadas.

7. A medida que tengamos las alitas rebozadas, las iremos dejando sobre una bandeja o fuente hasta tenerlas todas.

8. Las metemos en la nevera durante 1 hora para conseguir que la capa externa se quede bien adherida y se seque.

1. Transcurrido el tiempo indicado, ponemos a calentar el aceite de la freidora a 170º C y esperamos hasta que el aceite coja la temperatura.

2. El paso anterior se puede hacer igualmente en una sartén con abundante aceite caliente pero no humeante, pues al final se nos quemarían por fuera y no se harían bien por dentro.

3. Freímos las alitas de pollo por tandas para que el aceite no se enfríe demasiado y mantenga su temperatura correcta en todo momento.

4. Dejamos que se hagan unos 5 minutos aproximadamente y las retiramos cuando estén doraditas, dejándolas sobre papel absorbente para quitarles el exceso de aceite.

5. Una vez tengamos todas las alas de pollo empanadas bien doraditas, las servimos a la mesa acompañadas de una buena ensalada, unas patatas fritas o con nuestra salsa preferida. Buen provecho!!